La pollera de danza clásica, también conocida como tutú, es una falda distintiva que utilizan las bailarinas de ballet durante sus actuaciones. Aunque no se suele utilizar en las clases de ballet, es un elemento icónico del vestuario de las bailarinas y es fundamental para crear la estética y elegancia de la danza clásica.
Origen del Tutú de Ballet
El origen del tutú se remonta a 1832, durante la premier de La Sílfide en la Ópera de París. En esta actuación, la bailarina sueca Marie Taglioni utilizó por primera vez zapatillas de puntas y un traje consistente en una falda larga y vaporosa que mostraba los tobillos.
En aquella época, una falda de estas características se consideraba escandalosa, pero el público quedó hipnotizado por la actuación de Taglioni. Este tipo de tutú se conoce como tutú de ballet romántico, el cual se utiliza en ballets románticos como Giselle y Coppélia, considerados algunos de los mejores ballets de la historia.
A medida que las técnicas del ballet fueron avanzando, el tutú empezó a acortarse. Hacia 1870-1880, con ballets clásicos como El Lago de los Cisnes o El Cascanueces, se popularizó el tutú de ballet clásico, que es más corto y rígido que el romántico.
¿Por qué se le llama tutú?
Aunque el origen del término tutú se remonta a 1832, no sería hasta alrededor de 1880 que se empezó a utilizar esta denominación. No se sabe con exactitud de dónde proviene el nombre, pero existen varias teorías al respecto.
Una teoría sugiere que deriva de la palabra tul, uno de los tejidos con los que suele confeccionarse el tutú. Otra teoría es que proviene de la expresión en francés pan-pan cul, que significa te daré una palmada. Se dice que en la época, los caballeros ricos abonados al Ballet de la Ópera de París acariciaban la parte trasera del vestido de tul de las bailarinas en el vestíbulo de la Ópera.
Finalmente, se menciona una teoría vulgar que sugiere que el término tutú proviene de la palabra francesa cul, que hace referencia al área genital. En esa época, la ropa interior solía estar abierta en la entrepierna, y los suscriptores del Ballet de la Ópera de París solían ubicarse en las primeras filas para ver si se levantaba el tul durante los movimientos de salto y giros.
Puntos a tener en cuenta al bailar con tutú
Aunque los tutús no se suelen utilizar en las clases de ballet, tener en cuenta algunos aspectos al bailar con ellos durante una actuación. Es recomendable practicar con el tutú antes de la actuación, especialmente si se baila en pareja, ya que el tutú rígido crea un espacio entre las bailarinas y sus parejas de baile masculinas, lo que puede limitar su visión de la pierna de apoyo y causar contratiempos como enganches con el vestuario.
Tipos de Tutús de Ballet
Existen diferentes tipos de tutús de ballet, desde los más clásicos y tradicionales hasta los más modernos y experimentales. A continuación, se mencionan algunos de los tipos más conocidos:
Tutú de Ballet Romántico
Este tipo de tutú fue el original y se utiliza en ballets románticos como Giselle. La falda del tutú romántico es larga, llegando hasta los tobillos, y es vaporosa, con 3 a 6 capas de tul suave. Se distingue entre el tutú romántico de cintura alta y el tutú romántico con corsé, que cubre la parte alta de la cadera y parte del torso.
Tutú de Ballet Clásico
El tutú de ballet clásico es el más conocido y utilizado actualmente. Es más corto que el romántico, llegando por encima de la rodilla, y es más rígido. A diferencia del tutú romántico, el clásico cuenta con capas de tela soportadas por aros para darle rigidez.
Tutús de Variaciones
Además de los tutús románticos y clásicos, existen diferentes variaciones que ofrecen distintos estilos y formas. Algunas de estas variaciones incluyen:
- Tutú de Plato, Pancake o Ruso: Es una falda plana que comienza en la cintura y es más plana y con menos volumen que el tutú clásico.
- Tutú de Balanchine, Powderpuff o Karinska: Tiene menos capas y la falda tiene una caída más natural y suave.
- Tutú de Campana: Es una variación entre el romántico y el clásico, con capas más cortas y numerosas que el romántico pero menos largas y en menor cantidad que el clásico. A diferencia del clásico, el tutú de campana no lleva aro y cae con forma de campana.
Estos son solo algunos ejemplos de los diferentes tipos de tutús de ballet que existen. Actualmente, se pueden encontrar tutús de diferentes estilos, tejidos y colores, lo que permite a las bailarinas expresar su creatividad y personalidad a través de su vestuario.
La pollera de danza clásica, o tutú, es un elemento esencial del vestuario de las bailarinas de ballet. A lo largo de la historia, ha evolucionado desde el tutú romántico largo y vaporoso hasta el tutú clásico más corto y rígido. Además, existen diversas variaciones y estilos de tutús que permiten a las bailarinas expresar su individualidad. Ya sea en un ballet clásico o en una actuación contemporánea, el tutú añade elegancia y belleza a la danza y sigue siendo un símbolo icónico del ballet.
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